lunes, 3 de mayo de 2010

CAPITULO 1: ANTES DEL EMBARAZO

Vivir la maternidad y la paternidad en la adolescencia es un trabajo exigente que les quitara todo su tiempo, pero antes de que una joven quede embarazada hay que pensar en todos los desafíos tanto emocionales, como físicos, y los cambios en su estilo de vida que deberán enfrentar al tener un hijo a una edad temprana. Es necesario tomar en cuenta los antecedentes de este suceso que es el embarazo en los adolescentes como: su perfil psicológico, la relación en el noviazgo, cuándo comienzan a vivir su sexualidad, la prevención, cuando ya no se pudo evitar el embarazo precoz y las actitudes en este hecho.
Durante la adolescencia el cuerpo se prepara biológicamente para posteriormente engendrar a un hijo: las mujeres ovula y aparece la primera menstruación, en cambio los hombres producen espermatozoides y se presentan “los sueños húmedos”. Si estas condiciones se unen sexualmente sin tomar precauciones, las probabilidades de engendrar un hijo son muy altas, aunque se trate de la primera y quizá la única vez que tuvieron un contacto sexual.
Para empezar, se tiene que saber que el embarazo en la adolescencia es un problema, que en la actualidad ya es muy común, debido a que los jóvenes en esta etapa de la juventud no están lo suficientemente informados ni preparados para comenzar su vida sexual de una manera madura y responsable.
Además si en casa y en las escuelas, no se manejan estos temas de manera abierta y sin tabúes, un adolescente no sabrá como manejar o encontrar una solución, si se llegase a presentar un embarazo no deseado, ya que no podrá encontrar alternativas de solución.
En conclusión, se puede decir que un joven adolescente debe contar con una buena educación sexual, antes de comenzar a tener relaciones sexuales con su pareja, ya que no solo biológicamente no están desarrollados para engendrar a un bebe, sino que psicológicamente, no podrían enfrentar como se debe esta situación de una manera responsable, como lo son la maternidad y la paternidad.



1.1 PERFIL PSICOLÓGICO DE LOS JÓVENES
En los jóvenes, durante esta etapa comienzan los cambios psicológicos: en el cual se cambia de la infancia a la pubertad donde presentan rasgos que darán forma a una personalidad.
El perfil psicológico de los adolescentes es muy fácil de entender ya que solo piensan en la diversión y en relaciones con su pareja; esta última es la que puede marcar su vida ya que lo pueden hacer responsable o irresponsablemente.
Este perfil juega un papel importante porque expresa si es capaz de tener una responsabilidad mayor, como es la de tener un hijo.
Esta es una faceta de la vida muy importante, porque es donde los cambios afectan por completo al adolescente y a las situaciones novedosas y apasionantes que se le ofrecen. Es por eso que los jóvenes tienden a estar en condiciones en las que experimentan, y con ello están expuestos a más riesgos, y tal vez, se dan situaciones de mayor peligro que otros momentos de la vida. Siendo que de jóvenes hacen algunas cosas que de adulto serian menos probables.
Cuando se entra en la adolescencia el mundo se ve diferente y tiene otro sentido, nunca se tiene la certeza de que rumbo van a tomar las cosas, pero de algo si es seguro: nada es como antes y los jóvenes tendrán que encontrar la manera de volver a sentirse seguros ante nuevas situaciones que se presenta en esta etapa.


1.2 RELACIÓN EN EL NOVIAZGO
El noviazgo es una relación transitoria entre dos personas que se atraen, y que con el tiempo llegan a quererse y posteriormente amarse; donde comparten ideas, experiencias, tristezas, alegrías y que tienden a dar un paso más grande como es el matrimonio o en estos tiempos el vivir con la pareja.
En el noviazgo predomina el sentimiento del amor, que lleva al enamoramiento y éste incluye varias actitudes:
• Pensamiento frecuente en la pareja amada, que se presenta idealizada y maravillosa.
• Deseo de verse, conversar o de reunirse.
• Deseo de agradar a quien se ama.
• Planificación intensa para conseguir agradar, encontrar, compartir, vivir y convivir con la persona amada.
• Deseo de servir y buscar el bien para la pareja
El noviazgo es sinónimo de correspondencia y afinidad, ¿pero en qué? Primeramente en valores, sentimientos, intereses, gustos, aficiones… eso es lo importante; la atracción física y la diversión son los elementos decorativos de una relación profunda, pero nunca, el motivo de unión y entrega absoluta.
Si queremos que el noviazgo sea un medio para el desarrollo individual y el crecimiento como pareja, es necesario poner en práctica algunos valores necesarios e importantes para lograr este objetivo como: respeto, decencia, sana diversión, autoestima, compromiso, fidelidad y confianza.
El éxito o fracaso del matrimonio dependen de gran parte del tipo de noviazgo que se haya vivido, ya que éste debe ser la preparación para un compromiso mayor.
Hay situaciones típicas que se pueden vivir en el noviazgo y que condicionaran la felicidad en el matrimonio o bien en la modernidad “solo juntarse”.
Existen distintos tipos de noviazgo:
• El amor todo lo cambia
Ana es novia de Luis. Ella lo quiere demasiado y está planeando casarse en unos meses, sólo hay un punto que le molesta, Luis la deja plantada con frecuencia. Ana se ha enterado de que algunas veces Luis sale con alguna chicas, incluso hay quien le ha dicho que tiene un hijo, sin embargo ella piensa que una vez que se casen el tendrá que sentar cabeza.
Lo mismo ocurre con Jorge que es novio de Leticia. Él esta emocionadísimo, lo único que le molesta es que ella se porta muy exigente. Siempre quiere que él le lleve regalos, y lo presiona constantemente para que le dé cada vez más
Jorge piensa que una vez ya casados ella tendrá que ajustarse a lo que él pueda darle y estos problemas desaparecerán.
¡Qué lejos esta Jorge de hacer un juicio acertado! Pues la verdad es que cundo una persona se casa, salvo contadas excepciones, sigue siendo la misma de siempre. El que es infiel de soltero lo más probable es que siga siéndolo aun después de casado.
No es sano fundar una relación de matrimonio, en la esperanza de que…<>.
Más bien se debe conocer al otro y aceptar tal como es, claro que sin abandonar la idea de que ambos pueden ayudarse mutuamente a mejorar en todos los aspectos.

• Síndrome de súper hombre o súper mujer
Un ejemplo típico es Andrea, la novia de Javier. El tiene un problema serio de alcoholismo, Andrea lo conoce desde niño y sabe que ha sufrido mucho, sabe que su problema es serio y que es necesario que deje de beber.
Ella está consciente de que no quiere un padre alcohólico para sus hijos, pero piensa que si ella no lo saca de esta situación, nadie podrá hacerlo. Tal vez sin saberlo, Andrea se siente y actúa como la <>. Este comportamiento de <> es más común en las jóvenes que se dejan llevar por sus sentimientos maternales, pero puede darse también en los hombres, algunas veces motivados por la tendencia de autoevaluarse.
Acerca de este punto se puede decir que la compasión es un sentimiento noble, pero no puede ser la base de una relación de noviazgo, como preparación para el matrimonio, porque no es sana y además falta un elemento necesario en la relación de pareja: valorar y admirar al futuro cónyuge el esposo (a).
• Noviazgo por sentimientos de culpa
Jaime y Tere son novios desde hace dos año. Todos iban bien, incluso Jaime le dio un anillo de compromiso a partir de ese día, han hecho más intima su relación.
Sin embargo, de una semana a la fecha, el ya no se siente tan seguro, hay machas cosas que le hacen dudar, pero el hecho de tener relaciones intimas con ella y el haber formalizado su noviazgo, le hace sentir culpable, piensa que no puede romper con Tere, ni siquiera pedirle que se dejen de ver por un tiempo, para ver más claro antes de casarse, pues piensa que eso la lastimaría.
Este tipo de relaciones son muy comunes y llevan incluso al matrimonio “por compromiso” y en consecuencia al fracaso.
Lo que distingue al noviazgo del matrimonio es precisamente esa libertad de decir, de poder terminar si se piensa que seguir no es lo más conveniente.
Difícilmente se podrá vivir en matrimonio o en unión libre feliz si no se da esa libertad plena de comprometerse.
• Confundir atracción física con amor
En el noviazgo se da una etapa de enamoramiento, en la que si se profundiza un poco, casi todos tendemos a buscar, no tanto el bien del otro, sino el bien propio. La relación del noviazgo se basa en un “me siento muy bien con él… me hace sentir en otro planeta… me gusta mucho, es tan bonita”.
El amor no consiste nada mas en sentir, sino en buscar el bien para ambos como pareja.
Esta etapa del enamoramiento requiere ser superada, porque es tan frágil, que puede romperse con el tiempo, si ella se encuentra a alguien mas buenazo, cuando pase la ilusión, descubra que el otro no es tan dulce como ella se lo imaginó.
¿Qué sucederá con ese enamoramiento fundamentado sólo en el físico cuando, luego de unos años el pierda el pelo, o ella se embarace y “pierda” sus esculturales medidas?
• Noviazgo por escape
Muchos jóvenes, motivados por la incomprensión que viven, se refugian en un noviazgo que les permite “escapar” de esa realidad que no les gusta y que muchas veces terminan en matrimonio , pero como no es una relación basada en un amor “ a toda prueba”, está condenada al fracaso y a seguir viviendo ambos incomprendidos y solos.
• Esclavo uno del otro
El amor implica respeto y autonomía, por lo tanto, otro error en el noviazgo podría ser el vivirlo de una manera de esclavízate perdiendo cada uno su individualidad.
Un noviazgo como este no es sano, el amor no es posesión del otro como si fuera un objetivo, sino una relación de dos personas que se ven, pero siguen siendo dos personas individuales, que no están obligadas a tener los mismos gustos en todo, ni opinar igual, y por eso dejan de ser compatibles ni por eso dejan de amarse.
• Noviazgo teledirigido
Siempre es bueno contar con el consejo de un amigo o de los padres, pero una cosa es consejo y otra, la dependencia de terceros en un noviazgo.
No es raro encontrar a jóvenes que van a consultar a un amigo experimentado, todo lo relacionado con la manera de tratar a la novia, y paso a paso, siguen sus instrucciones como si fuera un manual.
También ocurre que las hermanas o las mamás de la novias(o del novio) dirigen a la larga o corta distancia el noviazgo: “no dejes que te traten así”, “dile que te debe llevar a tal parte”, “si te dice esto… contéstale aquello”.
No olvides que el noviazgo es de los dos y es una relación muy propia de la pareja, aunque no está de más solicitar un buen consejo y aplicarlo a tiempo.

1.3 LA SEXUALIDAD EN EL NOVIAZGO
La sexualidad es el conjunto de características biológicas, psicológicas, y socioculturales (la educación para llegar a la forma de la relación sexual) que nos permiten comprender al mundo y a vivirlo a través de nuestro ser como hombres o como mujeres. La sexualidad inicialmente se manifiesta como fuente de placer erótico, lo cual representa un instinto que se controla dependiendo la capacidad de razonamiento, condición moral y del asesoramiento previamente recibido.
A la población en general y particularmente a los adolescentes, deben proporcionarles elementos necesarios que les permitan entender inteligentemente la sexualidad para que puedan establecer el sano nivel que esta actividad pueda representar y tratar de contrarrestar el continuo asedio comercial de estímulos eróticos.
No puede reprimirse la sexualidad en adolescentes y negarla seria utopía: con educación sexual, habrá que ofrecerles normas razonables de conducta que logren el normal reconocimiento de la sexualidad, que valoren sus cualidades físicas y de desarrollo además, que la expresen en forma sensata y segura para toda la vida.
Por otro lado hay razones como la modalidad de una relación afectiva que se crea en el noviazgo, su estabilidad, la influencia o poder que tiene uno sobre otro, el nivel de comunicación existente en el ámbito sexual y contraceptiva, así como el tipo de relación sexual (frecuencia, calidad, grado de satisfacción…) y la diferente visión que tienen los y las jóvenes sobre el sexo y la sexualidad, deben ser tenidas en cuenta a la hora de entender el embarazo no deseado en la adolescencia.
Otro aspecto importante son las escasas habilidades para hablar con la pareja de anticonceptivos y de la prevención. Con frecuencia lo que ocurre es que no se habla ni “mucho antes” ni “un poco antes”, ni, desde luego “durante” y, en algunos casos, lo que acontece es una petición, quizá muy prudente, por parte de la chica, para que su pareja use el condón, y una aceptación, tal vez bastante resignada por parte del chico al usarlo.
Muchas son las razones que llevan a esta situación de entre las que destacamos la idea de un posible rechazo o perdida del compañero(a). Por ejemplo: algunas chicas pueden creer que, para conservar el novio, deben tener relaciones sexuales con él, lo que dificulta un dialogo franco entre ambos.
Los chicos pueden creer, en cambio, que una conversación franca sobre cuestiones sexuales y prevención pueden dificultar seriamente la posibilidad de tener relaciones sexuales.
Por tanto, la actividad de la pareja hacia el uso del preservativo es una de las situaciones más significativas. En este sentido parece obvio que, uno de los dos, particularmente la chica, no permite la penetración en tanto no haya condiciones de seguridad, probablemente esta no se va a producir , ante esto el chico va a utilizar todo tipo de argumentos para convencer a la chica de todas las maravillas de la penetración; de sus habilidades para sortear los peligros, o de juegas solo “un poquito con la puntita”.
Por cierto, que la dificultad de comunicación no solo afecta el uso de preservativos. Cabe hacerlo extensible, por ejemplo: al hablar del tipo de práctica que se quiere o que se apetece realizar en ese momento.

La falta de implicación de responsabilidad del varón en la anticoncepción y la actitud de sentirse con el derecho a exigir a la pareja una relación sexual determinada son 2 rasgos
que se incluyen con el concepto de modernismo. En algunos sitios de la población, todavía hay hombres y mujeres que consideran la anticoncepción como una responsabilidad de la mujer.
Así también los jóvenes tienen muchas emociones, sentimientos pensamientos característicos que los llevan a diferentes formas de actuar. Su sexualidad se expresa a través de emociones, efectos y actitudes: ira, tristeza, soledad, temores, sorpresa, gusto, vergüenza, placer, deseo y amor. Sus cambios reflejan sus sentimientos y la necesidad de relaciones con otros(as). A veces son retraídos(as), otras son efusivos (as), y extrovertidos(as), retan a la personas adultas y contravienen los valores adquiridos.
Cuando los y las jóvenes se enamoran, enfrentan dificultades para comportarse y hacen frente a la persona que aman, la ausencia del ser amado causa la incertidumbre y el dolor; el acercamiento al cuerpo del otro(a) motiva fantasías eróticas con el constante conflicto entre sus sensaciones placenteras y las restricciones sociales. La simpatía, la confianza, la afinidad y la amabilidad son expresiones del amor relacionadas con la sexualidad.
El placer sexual es otra emoción que se siente y se manifiesta como felicidad, alegría, alivio, deleite, enfrentamiento o euforia, la cual puede ser una experiencia positiva si está unida a la autoestima y a la responsabilidad de satisfacer necesidades específicas, pero con precaución porque a veces aunque los jóvenes estén informados no prevén las consecuencias que podrían surgir en su proyecto de vida todo por confiados.
Por esto:
• Es importante conocer y valorar positivamente nuestro cuerpo, como algo indispensable para sentirnos bien con nosotros mismos(a).
• La expresión de la sexualidad de las mujeres y de los hombres estas condicionadas por las creencias y exigencias de la sexualidad que se imponen unos y a otros.
• La expresión de la sexualidad masculina y femenina está influenciada por los valores sociales y culturales de la sociedad.
• La sexualidad no implica solo las relaciones sexuales.
• La importancia de que hombres y mujeres se escuchen para saber que quieren y esperan en su vida sexual, con el fin de manejarse mejor con su pareja.
• Confrontar las percepciones que cada persona tiene sobre el otro sexo para saber si estas son reales.
• Los y las jóvenes deben de desechar las percepciones falsas con respecto al otro sexo, para mejorar las relaciones de las parejas.
• Respetar la opinión de cada persona sin distinción de sexo.
• Cada opinión y actitud sobre la sexualidad varía debido a que existe un valor propio de las personas y esto es el resultado de la cultura de la sociedad en la que viven.
• La toma de decisiones libre y responsable es una condición fundamental para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos.
En con conclusión las niñas, niños y jóvenes viven una época de grandes retos, responsabilidad y riesgos relacionados con la sexualidad. Enfrentan las exigencias de vivir, comprender y disfrutar sus sensaciones, sentimientos, emociones y al mismo tiempo la necesidad de reflexionar sobre los efectos que esto tiene en la vida futura, en el ámbito escolar, en relación con sus amigos y amigas, y en el cuidado de su salud.
De ahí, la necesidad de comprender su sexualidad y la trascendencia de sus actos para disfrutarla responsablemente, con decisiones y actitudes de respeto hacia sí mismo y hacia los demás con ayuda de apoyar su proceso con información amplia que permita al adolescente prevenirse.


1.4 PREVENCIÓN
Los programas de anticoncepción se iniciaron con enfoque familiar, el concepto de familia implica también a los hijos, y muy especialmente los que atraviesan la difícil época de la pubertad y la adolescencia, sometidos a la enorme presión de sexo y violencia. Desean obviamente conocer y experimentar estas acciones, pero los jóvenes las ven como emociones muy satisfactorias del sexo.
Anteriormente no era necesario tener conocimiento sobre la sexualidad, pero actualmente es preocupante no conocer las consecuencias que podría traer el no prevenirse, por eso es necesario que los adolescentes sean educados, de las consecuencias de las relaciones sexuales y sus nefastas consecuencias físicas, mentales y sociales.
Por no tener conocimientos está generando embarazos en menores de 20 años en una proporción creciente.
Las actividades docentes, estatales, y paraestatales (comprendido el sector salud), escuelas particulares, organizaciones no gubernamentales y moralistas o religiosas, no han logrado retrasar el inicio, ni disminuir el número de la actividad sexual en los adolescentes. El número de embarazos en este grupo de edad, en lugar de disminuir, aumenta. Los programas de sector salud no se han ampliado de forma abierta a todos los medios de difusión y enseñanza disponibles, por ejemplo que se haga promoción de anticonceptivos (prevención) para adolescente, ya que es la única forma de prevención de las consecuencias de esta actividad sexual en la adolescencia: embarazo no deseado, aborto, y enfermedades de transmisión sexual. Si la sociedad no educa e informa de eso a su juventud, no tiene derecho a pretender que actúe, pero seguirá continuando con sus instintos físicos y hormonales.
No se trata de fomentar la vida sexual activa ni la promiscuidad entre la adolescencia, pero, en caso de que practiquen las relaciones sexuales, los jóvenes deben tener información suficiente para que no lo realicen solamente “bajo su ignorancia e irresponsabilidad” sino que cuando menos conozca la metodología adecuada para protegerse.
Cuando la adolescente inicia su vida sexual activa, comienza la posibilidad de un embarazo, que siempre será, desde el punto de vista médico “de alto riesgo” por tener menos de 20 años.
El 85% de las adolescentes dicen estar bien enteradas de cómo evitar el embarazo y seguir las indicaciones; pero solo el 42% utilizan el método, 30% de los embarazos adolescentes ocurren en “supuestas jóvenes que se previenen”(la adolescente que abandona la prevención sexual por sentidos indeseables, por ignorancia, por inconstancia o por considerar no necesitarla).
La prevención del embarazo en adolescentes se centraliza casi exclusivamente en prevención femenina, por el riesgo de embarazo en esa edad; pero es muy importante recordar que no toda es la responsabilidad de la joven y recordar la existencia de preservativos para el varón, que además de evitar el embarazo, de inmediato les responsabiliza de evitar una paternidad no deseada y así evitar al mismo tiempo enfermedades de transmisión sexual.
1.4.1 EMBARAZO
Las relaciones sexuales entre los jóvenes y consecuentemente, el embarazo en la juventud, resulta difícil de controlar y de disminuir, a menos de que se promueva una motivación eficaz para entrar a la fertilidad en la adolescencia, además ofrecer a los adolescentes respaldos para evitar graves consecuencias.
Existen muchos tipos diferentes de programas de prevención del embarazo en la adolescencia.
Los programas de educación para la abstinencia, estimulan a las personas jóvenes a posponer la iniciación de la actividad sexual hasta el matrimonio o hasta que estén lo suficientemente maduras para manejar la actividad sexual y un posible embarazo en una forma responsable.
Los programas basados en el conocimiento se concentran en enseñar a las adolescentes a conocer su cuerpo y sus funciones normales, al igual que a suministrar información detallada sobre los métodos anticonceptivos.
Los programas con enfoque clínico brindan un acceso más fácil a la información (asesoría por parte de profesionales de la salud y servicios de anticoncepción). Muchos de estos programas se ofrecen a través de consultorios ubicados en las escuelas.
Los programas de asesoría por parte de compañeros generalmente involucran adolescentes mayores que invitan a otras adolescentes a resistirse a las presiones sociales y de los compañeros para llegar a involucrarse sexualmente. Estos programas tienden a tomar más un enfoque personal, ayudando a las adolescentes a entender sus propios riesgos.
Para aquellas adolescentes que ya están involucradas en actividades sexuales, estos programas de asesoría de compañeros también le brindan las habilidades para la negociación dentro de las relaciones sentimentales y la información que necesitan para obtener y utilizar los anticonceptivos en forma efectiva.

1.4.2 ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL
La especial susceptibilidad que perece tener los y las adolescentes a las infecciones sexuales parecen explicarse en parte por factores relacionados con su propia conducta: selección de compañero(a), el número de ellos(as), la frecuencia con la que se cambia y de las relaciones sexuales y el no usar métodos anticonceptivos.

El SIDA es una enfermedad ligada al comportamiento (modificación de conductas), aunque trastorne algunas costumbres adquiridas, será un objeto de los programas educativos. Además hay otros aspectos de enorme interés vinculadas con la educación: la clandestinidad que puede ir acompañada de epidemias, el pánico o la discriminación son aspectos para evitar de manera prioritaria.

1.5 SITUACIÓN PSICOLÓGICA DEBIDO AL EMBARAZO PRECOZ
La situación psicológica de la adolescente embarazada es demasiado compleja y difícil. En ella se acumulan las dificultades propias de la adolescencia; los problemas afectivos observados a lo largo de cualquier embarazo; las dificultades personales o familiares que traen consigo el embarazo, las que originan ciertas razones, reales o simplemente temidas, del entorno, la inquietud de un futuro incierto; la perturbación por las decisiones que se han de tomar; el vacio afectivo, entre otras.

Los estudios indican que la mayoría de los adolescentes que quedan embarazadas no desean tener al bebé y que la nueva situación se convierte en un trauma difícil de aceptar para ellas.
No es de extrañar, porque cualquier decisión que tomen acerca de su embarazo provoca problemas y produce sentimientos conflictivos. Se ha comprobado que en muchas adolescentes el embarazo se acompaña de:
• Rechazo hacia el bebe: son consientes de su edad y de sus incapacidades y no quieren tenerlo. Ese rechazo se acompaña de sentimientos de culpabilidad, pérdida de autoestima, tristeza y depresión.
• Miedo e inseguridad ante la nueva situación: de pronto la adolescente siente que salta una etapa de la vida sin vivirla y que se adentra en el mundo de los adultos. Siente miedo e indefensión, y también frustración porque por un lado sabe que no hay vuelta atrás y por otra piensa que no va a ser capaz de cuidar al bebé.
• Conflictos e incomodidades con la familia: a menudo en el caso de jóvenes que desean salir del entorno familiar o que desean tener un hijo para tener a alguien a quien querer, el mayor problema que surge es el de comunicar el embarazo a los padres. Una vez comunicado, muchas adolescentes tienen que enfrentarse a menudo a las relaciones negativas y a la falta de apoyo de los padres y a la incomprensión del entorno.
• Miedo al rechazo social: la adolescente embarazada se siente juzgada y criticada; y a menudo desarrolla sentimientos de retraimiento y busca el aislamiento social.
• Suicidio: la reacción depresiva de la adolescente en curso de su embarazo puede ser supremamente fuerte que puede llevarla al suicidio teniendo en cuenta que ésta es la segunda causa de muerte en esta edad después de los accidentes. El embarazo y los problemas que este puede traer, el drama sentimental de una separación, el aislamiento, el pánico, pueden ser fácilmente como “factores suicidógenos circunstanciales.”

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